domingo, 12 de diciembre de 2010

Los Reyes Magos existen

Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escuchar, como todos los días, lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:

- ¿Papa?
- Sí, hija, cuéntame.
- Oye, quiero... que me digas la verdad.
- Claro, hija. Siempre te la digo -respondió el padre un poco sorprendido-.
- Es que... -titubeó Blanca.
- Dime, hija, dime.
- Papá, ¿existen los Reyes Magos?.

El padre de Blanca se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.

- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?

La nueva pregunta de Blanca le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:

- ¿Y tú qué crees, hija?
- Yo no se, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso...
- Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos, pero...
- ¿Entonces es verdad? -cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado!
- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Blanca.
- Entonces no lo entiendo. papá.
- Siéntate, Blanquita, y escucha esta historia que te voy a contar, porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado.

Blanca se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda, y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos:

Cuando el Niño Jesus nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:

- ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.
- ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.

Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:

- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.

Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal:

- Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?
- ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas. Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos.
- No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.
- ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiración.
- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños? -preguntó Dios.
- Sí, claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes.
- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?
- Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez más entusiasmados los tres.
- Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?

Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oir:

- Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices.

Cuando el padre de Blanca hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:

- Ahora sí que lo entiendo todo papá.. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado.

Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano mientras decía:

- No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero.

Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.

Citas

  • Cuando te pongas a escribir, cuenta la verdad que une dos instantes y observa a dónde te lleva. David Mamet
  • Aquel que encuentra la paz en su hogar, ya sea rey o aldeano, es de todos los seres humanos el más feliz. Goethe
  • Hay que ser prudentes como las serpientes, y simples, muy simples, como las palomas. Paulo Coelho
  • Queremos a quien no debemos y a quien nos quiere no lo vemos. Enigmática
  • Las palabras son lágrimas que fueron escritas. Las lágrimas son palabras que necesitan salir a borbotones. Sin ellas, la alegría no tiene brillo. Paulo Coelho
  • No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay. Duque de La Rochefoucauld
  • El que no sabe lo que busca no entiende lo que encuentra. Anónimo
  • Ama lo que tienes, lo que eres y lo que haces. Anónimo
  • La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos. Anónimo
  • Ante el defecto de pedir, está la virtud de no dar. Anónimo
  • Importa mucho más lo que tú piensas de ti mismo que lo que los otros opinen de ti. Lucio Anneo Séneca
  • Una persona sin información es una persona sin opinión. Enigmática
  • La indiferencia es más poderosa que cualquier palabra. Enigmática
  • Los bancos te dan un paraguas cuando hace sol y te lo quitan cuando comienza a llover. Anónimo
  • El secreto de la felicidad es aceptar la no felicidad. Osho
  • La mayoría de las personas son como alfileres: sus cabezas no son lo más importante. Jonathan Swift
  • Hay que esperar lo mejor y pensar en lo peor. Enigmática
  • Mi físico es el envase que me representa frente a los demás, yo en realidad soy lo que hay dentro de él. Soy el contenido, no el continente. Enigmática
  • No hay palabras mal dichas, sino mal interpretadas. Anónimo
  • Mejor pedir perdón que pedir permiso. Anónimo
  • Aprendí que no se puede dar marcha atrás. Que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida es en realidad una calle de único sentido. Agatha Christie
  • La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante. Paulo Coelho
  • Los viejos todo lo creen, los adultos todo lo sospechan, mientras que los jóvenes todo lo saben. Oscar Wilde
  • Nunca hagas apuestas; si sabes que has de ganar al otro, eres un tramposo. Y si no lo sabes, eres un tonto. Confucio
  • Lo que puedes hacer, o has soñado que podrías hacer, debes comenzarlo. La osadía lleva en sí: genio, poder y magia. Johann Wolfgang Von Goethe
  • Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena. Ingmar Bergman
  • Las penas son las semillas de las alegrías. Anónimo
  • El presente ayer fue mañana. Anónimo
  • La justicia la da el tiempo. Anónimo
  • La mente es como un paracaídas: trabaja mucho mejor cuando está abierta. Anónimo
  • Ellos se rien de mi por ser diferente, yo me rio de ellos por ser todos iguales. Anónimo
  • La experiencia sólo es útil cuando sirve para mirar hacia adelante. Anónimo
  • Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Albert Einstein
  • El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona. Aristóteles
  • El adulador es el que nos dice cara a cara lo que no diría a nuestras espaldas. Anónimo
  • No perdamos nada de nuestro tiempo; quizá los hubo más bellos, pero este es el nuestro. Jean Paul Sartre
  • Ningún hombre digno pedirá que se le agradezca aquello que nada le cuesta. Terencio
  • La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno. Erasmo de Rotterdam
  • Demasiado poco valor es cobardía y demasiado valor es temeridad. Aristóteles
  • Los amores son como los niños recién nacidos, hasta que no lloran no se sabe si viven. Jacinto Benavente
  • Para preservar un amigo 3 cosas son necesarias: honrarlo cuando esté presente, valorarlo cuando esté ausente, y asistirlo cuando lo necesite. Proverbio Italiano
  • La paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza y la violencia. Jean de la Fontaine
  • El tiempo es muy lento para los que esperan, muy rápido para los que tienen miedo, muy largo para los que se lamentan, muy corto para los que festejan. Pero, para los que aman, el tiempo es eternidad. William Shakespeare
  • Hice un acuerdo de coexistencia pacífica con el tiempo: ni él me persigue, ni yo huyo de él, un día nos encontraremos. Mario Lago
  • Ámame cuando menos lo merezca, ya que es cuando más lo necesito. Proverbio chino
  • La vida sólo puede ser comprendida mirando para atrás; más sólo puede ser vivida mirando para adelante. Soren Kierkegaard
  • La felicidad es la certeza de no sentirse perdido. Jorge Bucay
  • No menos que el saber me place el dudar. Dante Alighieri
  • Siempre hay un poco de locura en el amor, pero siempre hay un poco de razón en la locura. Friedrich Nietzsche
  • Estudia las frases que parecen ciertas y ponlas en duda. David Riesman
  • Baja para subir. Enigmática
  • Para saber hablar es preciso saber escuchar. Plutarco
  • La verdad es la única herramienta con que cuentas para que las personas te conozcas como realmente eres, si no la usas no eres nadie. César Quijada
  • Si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada. Enigmática
  • Que lo mejor de tu pasado sea lo peor de tu futuro. Err..Manue
  • La mayor cobardía del ser humano es alimentar el amor de otro sin tener intención de amarlo. Anónimo
  • Para atrás ni para coger impulso... Enigmática
  • Deja que mi amor te rodee como la luz del sol, y que, aún así, te de libertad iluminada. Rabindranath Tagore
  • Muchas veces lo que se calla hace más impresión que lo que se dice. Píndaro
  • Cuando un hombre se echa atrás, retrocede de verdad. Una mujer sólo retrocede para coger carrerilla. Zsa Zsa Gabor
  • Todos los hombres estamos hechos del mismo barro, pero no del mismo molde. Proverbio mejicano.
  • Los deseos de nuestra vida forman una cadena cuyos eslabones son las esperanzas. Séneca
  • Cuando alguien te lame las suelas de los zapatos, colócale el pie encima antes de que comience a morderte. Paul Ambroise V.
  • Procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien. William Shakespeare
  • No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna. Mahatma Gandhi
  • El mayor obstáculo para el amor es el temor secreto de no ser dignos de ser amados. Juan Pablo Valdés
  • La vida es un bello amanecer que acaba en un triste atardecer, hay que saber disfrutar del día cuando el sol está en lo más alto. Enigmática
  • Lo que hace disfrutable una relación son los intereses comunes, lo que la hace interesante son las pequeñas diferencias. Todd Ruthman
  • Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente. Blaise Pascal
  • La verdadera ciencia enseña, por encima de todo, a dudar y a ser ignorante. Miguel de Unamuno
  • A fuerza de hablar de amor, uno llega a enamorarse. Blaise Pascal
  • El que sabe corresponder a un favor recibido es un amigo que no tiene precio. Sófocles
  • La lectura es al espíritu lo que la gimnasia al cuerpo. Richard Steele
  • La duda es la madre del descubrimiento.Ambrose Bierce
  • Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo. William Arthur Ward
  • Una sonrisa cuesta poco y produce mucho. Charles Chaplin
  • Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre. Albert Einstein
  • La vida es una flor cuya miel es el amor. Victor Hugo
  • El amor no es amor si en el fondo no duele. David de María
  • El hombre libre es el que no teme ir hasta el final de su pensamiento. León Blum
  • Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas. Tagore
  • Si dices la verdad, no tendrás que acordarte de nada. Mark Twain
  • Una gran filosofía no es la que instala la verdad definitiva, es la que produce una inquietud. Charles Péguy
  • Es triste mirar al mar en una noche sin luna pero más triste es amar sin esperanza alguna. J. Efrain Suazo
  • No me da miedo morir, sino dejar de vivir. Enigmática
  • Es mejor ser rey de tus silencios que esclavo de tus palabras. William Shakespeare
  • El sexo es como respirar, natural e imprescindible. Enigmática
  • Los placeres deben colocarse en la vida lo mismo que las comas en una frase. Eugénie De Guérin
  • El sexo forma parte de la naturaleza, y yo me llevo de maravilla con ella. Marilyn Monroe
  • Todos ven lo que tú aparentas; pocos advierten lo que eres. Niccoló Machiavelli
  • Cuanto mayor es la isla del conocimiento, más largo es el litoral del asombro y la curiosidad. Ralph W. Sockman