Estamos tan acostumbrados a escuchar estas palabras, a veces se dicen sin sentirlas realmente, otras salen del alma, pero ¿cómo de preparados estamos para escucharlas, para que nos la diga alguien que no esperamos en un momento en el que no estamos preparados para ello?
Hay personas que juegan con los sentimientos de los demás, que enamoran a otros sólo para utilizarlos, para manejarlos como titeres, para sacar de ellos mucho más de lo que debieran, sin mirar que les hacen daño, que eso tarde o temprano se acaba descubriendo y que para entonces ya es tarde, el daño ya está hecho. Dicen a la ligera esas palabras, sin pararse a pensar en la importancia de las mismas.
Quizá en el momento en que de verdad las sientan nadie les creerá o quizá siempre habrá alguien esperando ser querido, que caerá en sus redes, esperemos que tenga a mano una tirita, para la herida que le dejará.
Las heridas del corazón van cicatrizando, pero jamás se borran del todo. Siempre queda esa espinita clavada y cualquier mirada, palabra, gesto puede clavarla cuando ya pensabamos que estaba fuera, que no nos importaba, pero nos equivocamos, importa y mucho.
Nos hacemos creer a nosotros mismos que no nos importa, que lo tenemos superado, pero no es cierto, nos engañamos a nosotros mismos, aún sin conseguirlo.
¿Hasta cuándo dolerá?
Enigmática
Hay personas que juegan con los sentimientos de los demás, que enamoran a otros sólo para utilizarlos, para manejarlos como titeres, para sacar de ellos mucho más de lo que debieran, sin mirar que les hacen daño, que eso tarde o temprano se acaba descubriendo y que para entonces ya es tarde, el daño ya está hecho. Dicen a la ligera esas palabras, sin pararse a pensar en la importancia de las mismas.
Quizá en el momento en que de verdad las sientan nadie les creerá o quizá siempre habrá alguien esperando ser querido, que caerá en sus redes, esperemos que tenga a mano una tirita, para la herida que le dejará.
Las heridas del corazón van cicatrizando, pero jamás se borran del todo. Siempre queda esa espinita clavada y cualquier mirada, palabra, gesto puede clavarla cuando ya pensabamos que estaba fuera, que no nos importaba, pero nos equivocamos, importa y mucho.
Nos hacemos creer a nosotros mismos que no nos importa, que lo tenemos superado, pero no es cierto, nos engañamos a nosotros mismos, aún sin conseguirlo.
¿Hasta cuándo dolerá?
Enigmática
6 comentarios:
Tengo un amigo que dice que a veces nos salen pelos negros en el corazón. Yo le contesto que si tenemos capacidad de depilanos, ya es bastante.
Gusto en saludarte. Ando mu mal de tiempo niña.
Besicos muchos y buena depilación.
Gracias por tu visita Nani, la verdad es que a simple vista parece que estoy mal, pero no. Sólo sucedió algo que me hizo revivir historias del pasado y al ponerme a escribir salió esto. Aunque una depilación siempre viene bien ;)
Besos
Tal vez duren para siempre, quién sabe. El ser humano, por mucho que deseemos creerlo, jamás será una página en blanco. :(
Un abrazo muy fuerte, Enigmática!! Me alegra mucho volver a leerte!!
Espero que no duren tanto, por nuestro bien.
Yo también me alegro de estar de vuelta y de poco a poco ir visitándoos!
Un besazo guapa!
Bueno guapa hastaa cuando es algo que no sabe nadie, que depende un poco del tiempo y muy poquito de nosotros, pero eso sí tenemos que echarle ganas y voluntad de seguir adelante con nuestras tiritas. Como tú dices la cicatriz durará siempre pero luego deja de doler, un día te levantas te pasas la mano por la cicatriz y te das cuenta de que ya no duele. Se siente, pero no duele. Será así de repente. besos
Las cicatrices del alma hacen más mella que las de la piel, pero un alma sin cicatrices quizá implique un alma que no ha vivido, que no ha amado...
Gracias por tu visita, un besazo.
Enigmática
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